Hoy por la tarde llovia, y recorde!

Hoy por la tarde llovía, cuando recordé el amuleto de la última historia publicada. 

¿Se acuerdan del amuleto? Bien! 

La chica volvió a su casa para seguir su recuperación. La recuperación consistía en usar unos calcetines como comprensas en el lugar más dañado. El lugar más dañado era el rostro, el rostro estaba paralizado por completo.  Los calcetines se calentaban y después se aplicaban en la zona más afectada, esto sucedía todos los días. Había una hora exacta la cual era 1:10 del mediodía. El médico había especificado que las comprensas deberían ser aplicadas por lo menos 6 meses hasta que se notará alguna mejoría. 

Angieliena estuvo en mayor recuperación por dos semanas hasta que volvió a clases. Le encantaba leer así que por las mañanas hacía sus ejercicios diarios, tomaba un baño y después comía. Al finalizar la hora de la comida su mamá le ayudaba a qplicarse las comprensas. Después de que pasará el tiempo determinado, usaban vaselina para hacer faciales.  Era todo una rutina que tenía que estar realizando. La chica de igual forma seguía portando su amuleto.  Angieliena notaba que cuando ella tenía que usar mis calcetines, le daban una sensación de malestar; esto pasaba sin saber que había otro misterio por detrás. 

Antes de que esto pasara Angielina había salido a la lluvia descalza, portando esos mismos calcetines. Brincaba y caía en charcos, ella disfrutaba de la lluvia!! 

Había un charco ciertamente extraño, el agua era de color morada siento que había lodo. A Angieliena le pareció extraño pero dejó eso a un lado y siguió disfrutando. Solo que en ese charco se encajó un tipo de espina, fue algo súper leve de verdad, o sea tipo hubo 0 dolor de por medio. Ella entró a su cuarto y removió la espina que estaba ahí y le contó a su mamá acerca de ese misterioso pero a la vez precioso charco. El charco se veía hermoso de un color morado, mientras las gotas seguían cayendo, la cara de Angieliena se reflejaba en el charco. 

Los días transcurrieron y ella seguía sintiendo esa sensación cuando usaba los calcetines como comprensas.  Investigó en un libro, ya que eran su fuente de más confianza. Descubrió que ese charco solo lo pueden ver las personas que portan algún amuleto en especial.  Asi que si ven un charco de color morado cuando llueva, tengan mucho cuidado! Es de suma importancia que no toques ese charco pues algo malo te puede suceder. Le parecía raro que por ese momento no fue protegida por su amuleto. La chica se había espiando en ese charco. La espina contenía un malestar que solo podía ser curado con cierta receta; el malestar era muy complicado porque no se curaba con nada, solo con esa receta. 

Angieliena de inmediato hizo la receta, continuó con sus rutinas, y siguio disfrutando de su vida. 

Y todo porque metió el pie al charco.....

Autores- Luis Lopez, Alondra Calderon